Representa la g dos fonemas: uno velar sonoro ante las vocales a, o, u y ante consonante, como en gamo, gloria, magno, y otro velar sordo ante las vocales e, i, como en gerundio, gimnasia. Se escriben con g:
a) Las palabras en que el fonema velar sonoro precede a cualquier consonante, pertenezca o no a la misma sílaba: glacial, grito, dogmático, impregnar, maligno, repugnancia.
b) Las palabras que empiezan por gest–: gesta, gestación, gestor.
c) Las que empiezan por el elemento compositivo geo– (‘tierra’): geógrafo, geometría, geodesia.
d) Las que terminan en –gélico, –genario, –géneo, –génico, –genio, –génito, –gesimal, –gésimo y –gético: angélico, sexagenario, homogéneo, fotogénico, ingenio, primogénito, cuadragesimal, vigésimo, apologético.
e) Las que terminan en –giénico, –ginal, –gíneo, –ginoso (excepto aguajinoso): higiénico, original, virgíneo, ferruginoso.
f) Las que terminan en –gia, –gio, –gión, –gional, –gionario, –gioso y –gírico: magia, regia, frigia, liturgia, litigio, religión, regional, legionario, prodigioso, panegírico. Excepciones: las voces que terminan en –plejía o –plejia (apoplejía, paraplejia...) y ejión.
g) Las que terminan en –gente y –gencia: vigente, exigente, regencia. Excepción: majencia.
h) Las que terminan en –ígeno, –ígena, –ígero, –ígera: indígena, oxígeno, alígera, belígero.
i) Las que terminan en –logía, –gogia o –gogía: teología, demagogia, pedagogía.
j) Las que terminan en el elemento compositivo –algia (‘dolor’): neuralgia, gastralgia, cefalalgia.
k) Los verbos terminados en –igerar, –ger y –gir (morigerar, proteger, fingir) y las correspondientes formas de su conjugación, excepto en el caso de los sonidos ja, jo, que nunca se pueden representar con g: protege, fingía, pero proteja, finjo. Existen algunas excepciones, como tejer, crujir y sus derivados.